TheArchHive. Entrevista
1. Describe las actividades de Fernando Alda. Vemos que trabajas en 3 campos: Arquitectura, Ingeniería y Personal. ¿Puedes explicar algo más?
Hasta 1987 trabajé profesionalmente en diversos campos fotográficos. Desde esa fecha, hasta 1993, fui el responsable del seguimiento y documentación fotográfica de la construcción y el desarrollo de la Exposición Universal de Sevilla. Esta dedicación me permitió desarrollar, de forma intensa y en exclusiva, numerosos e importantes reportajes sobre arquitectura e ingeniería. En la actualidad, trabajo de forma independiente y con estudio propio, en el registro, seguimiento y documentación de edificios e infraestructuras urbanas. En todo momento, junto a estos trabajos profesionales, he desarrollado mis propios proyectos personales, desde los que he abordado diferentes temas siguiendo la evolución de mis intereses creativos más intuitivos. En este tiempo, he dado forma fotográfica a diversos proyectos relacionados con algunas de las ideas que más me interesan y que, de una forma recurrente, conectan con el viaje. Imágenes en las que el tiempo, el espacio y el paisaje están muy presentes, relacionadas entre sí o con la presencia humana. Recientemente hemos rediseñado mi página web, para reflejar esta diversidad de intereses y mostrar juntos, tanto los trabajos profesionales como mis proyectos personales. Los primeros se actualizan constantemente, con la intensidad propia del trabajo profesional, mientras que estos últimos se van incorporando más pausadamente, que es el ritmo de su desarrollo.
2. Desde tu punto de vista profesional ¿como de importante ves tu rol (como fotógrafo) para los arquitectos y su promoción? en otras palabras, en los tiempos que corren ¿como de importante es la fotografía para la arquitectura? ¿Que relación hay entre un edificio bien hecho y un edificio bien fotografiado? (nos gustaría ver donde termina la habilidad del arquitecto y donde comienza la del fotógrafo una vez el edificio está terminado)
Creo que ahora es indiscutible la importancia adquirida por la fotografía en la comunicación arquitectónica. En estos años, el desarrollo alcanzado por los medios de difusión basados en la publicación impresa (revistas, anuarios, catálogos …) ha supuesto que, en muchos casos, las imágenes fotográficas superen a textos, maquetas y dibujos como herramientas de descripción. Sin estar de acuerdo con ello, porque valoro mucho el texto como soporte teórico-crítico y el dibujo como soporte técnico, esto ha añadido una presión extra sobre mi trabajo fotográfico, a la que he podido responder por mi mayor experiencia. Si hubiera tenido que comenzar ahora habría sido difícil, ya que el nivel de exigencia profesional es muy alto. Por otra parte, siempre he querido trabajar manteniendo una relación de intercambio y enriquecimiento mutuo con los arquitectos. Por lo tanto no creo que pueda establecer diferencias entre lo bien construido y lo bien fotografiado. En mi opinión, la fotografía solo puede mejorar algunos defectos puntuales de los edificios y el objetivo importante no es ese. Siempre busco imágenes diferentes a las esperadas por todos, realizando éstas también y con la mayor calidad fotográfica posible. Una obra menor, una obra digna y una gran obra mostrarán siempre su categoría y obtendrán su nivel de comunicación (publicación) por sus propios valores arquitectónicos. No creo que los saltos de categoría sean un asunto fotográfico. En las mejores obras, no serán admisibles las malas fotografías ya que -con toda seguridad- serán fotografiadas por varios profesionales de alto nivel. Creo que con mejores imágenes se comunicará mejor dentro de cada categoría arquitectónica. Lo que nos parece, a los arquitectos y a mí, muy importante.
3. ¿Que distingue tu fotografía de la de los demás?
Lo primero que debo contestar a esta pregunta es que no he desarrollado un lenguaje formal para la identificación de mis imágenes. Desde luego no persigo la singularidad y el reconocimiento de mis imágenes y, personalmente, estoy en contra de algunos recurso técnicos que se emplean para configurar ciertas autorías (saturaciones o temperaturas de color, viñeteados, angulares, etc). El motivo por el que adopto esta actitud puede parecer simple, pero pienso que no mejora las capacidades comunicativas de las obras fotografiadas y, más bien, las contaminan. Aún así, he analizado esta cuestión y soy consciente de algunas variables que están muy presentes en mis trabajos. No las potencio de una forma manierista, pero me parecen esenciales y seguirán ahí, con mayor o menor evidencia.
En cualquier caso, y a pesar de mi posición personal, hay elementos que identifican mis imágenes suficientemente. Al menos así me lo expresan algunos arquitectos y editores. Sobre esto no puedo decir mucho más.
4. ¿Cual es el objetivo detrás de cada una de tus tomas?
Es difícil contestar a esta pregunta si se plantea de forma tan singular, porque los objetivos que me planteo cuando realizo cada una de mis tomas son diferentes y complementarios, ya que mi trabajo se desarrolla siempre en forma de reportaje. Desde que utilizo soportes digitales, tomo muchas imágenes y doy mucha importancia a la edición posterior. Cada imagen debe tener un papel importante dentro del conjunto. Si no es así, aunque se mantenga en el archivo, no permanecerá tras la edición final que hacemos antes de la entrega definitiva.
Mi esquema de trabajo general podría ser el siguiente. En primer lugar, dedico bastante tiempo y un número importante de tomas a la descripción general del edificio, analizando especialmente la relación con su entorno y emplazamiento. Con ello busco singularizarlo y, mediante su relación con el lugar, establecer diferencias respecto de otras arquitecturas. Posteriormente, realizo un gran número de tomas para documentar las características tipo-morfológicas generales (espacios y formas, usos y programa), dedicando una especial atención a los sistemas constructivos, a los elementos singulares de la edificación y a los detalles de diseño. A pesar de todo, este plan de trabajo suele ser solo una excusa para conocer la edificación, descubrir sus singularidades y sus manifestaciones al paso del tiempo -siempre limitado- y de las luces. Esto me obliga a improvisar constantemente y debo utilizar mi intuición que, sinceramente, es mi mejor herramienta. En todo momento busco lo imprevisto y me dejo atraer por la imagen invisible que se oculta siempre detrás de lo evidente.
