Stand EXPORMIM en Salone Internazionale del Mobile 2016 de Milán

Si observamos bajo el microscopio la secuencia genética de eso que llamamos “esencia mediterránea”, encontraremos moléculas verdes. Como la palma o el olivo. “Verde que te quiero verde”, por seguir con la simbología lorquiana. Porque ese verde es el que cohesionaba los diferentes espacios del stand.

Mientras el color, que se prolongaba en la decoración vegetal, funcionaba como aglutinante, una serie de screens translúcidos trazaban las líneas divisorias entre ambientes. Al quebrarse la luz, los pedazos de sombra caían sobre los objetos. El antiguo juego de la celosía.

Porque la esencia mediterránea tiene raíces árabes muy profundas y por eso en el stand había un patio y un naranjo, hipnóticos arabescos y paredes blancas. Había caminos de sombra y motivos geométricos. Había madera y mármol, cerámica y mimbres. Y dos piezas del color de las cerezas maduras que atrapaban la mirada.

Sobre todo había elegancia y serenidad, repetidas tanto en el ambiente exterior como en el interior. Y mucha calidez en las piezas, que se quisieron vestir, o casi desvestir, a base de tonalidades naturales que realzaban la belleza inherente al material.

Fecha
02/05/2016

Arquitectos
Carlet, Sylvain
Serra, Isern

Colaboradores
Dirección artística: Lievore Altherr Molina

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www.sylvaincarlet.com