El Huerto, Floren Domezain

Restaurante basado en la gastronomía navarra, arraigada al producto de la tierra, al origen y al cuidado de la variedad propia de la zona. Los valores que transmite Floren con su cocina han querido ser reflejados en la variedad de espacios que el local permitía.

Siguiendo el recorrido natural desde el acceso, en primer lugar la terraza rodeada de vegetación, y equipada con mobiliario de fibra de vidrio con asientos tapizados dan la bienvenida bajo la gran marquesina que ilumina y cobija una gran carpintería aperturable que destaca en la calle Génova por su espectacularidad. Carpintería metálica de grandes dimensiones que crean un espacio semi-abierto que amplía la sensación de terraza hacia el interior del local. Este espacio de bienvenida se recrea bajo una alfombra de material porcelánico de tesela de colores, que contrastan con la sobriedad del mobiliario negro y de madera natural de tono desgastado y ahumado. Preside el primer gran jardín de lechugas frescas, junto a la gran chimenea de acero, sobre una gran pared original de ladrillo de doble altura, frente a alicatado tradicional verde de pequeñas piezas que guiará hasta cubrir toda la trasbarra. Un gran mueble lleno de producto recibe a los clientes, rodeado de verduras de temporada.

El tono de barro del suelo se despliega con juegos geométricos desde la entrada hasta el final de los 8 metros de barra, cubriéndola con detalles de las mismas teselas de color. El tono tierra intensifica su color , tostándose hasta ennegrecer en los espacios elevados que rodean la barra, acercadnos a la cocina característicos de Floren. Frente a la barra preside un espacio privilegiado desde la altura que permite disfrutar de este gran espacio de doble altura, desde unos sinuosos bancos tallados en microcemento, acomodados por cojines de telas de hilo trenzado en tonos naturales.

La calidez se transmite en los tonos de las piedras, de la madera, telas y la propia luz, indirecta, que destaca las texturas. Lámparas de pie, sobremesa y apliques con pantallas de lino. Led marcan la irregularidad de las paredes propias y auténticas de local.

El recorrido hacia el interior pasea por la oscuridad matizada por delante de una cocina entorno a los fuegos y horno. Ambiente ahumado de paredes texturizadas y negras entre las que resalta el gran retrato de Floren y escaleras que nos llevan al privilegiado altillo y misterioso sótano. Los más de 500 metros de local provocan un continua sorpresa por cada esquina y quiebro que genera su entramada distribución.

Desemboca en la gran sala entorno al producto estrella, con una gran mueble con algo más de 5 metros lineales en varias alturas de lechugas verdes y frescas que resaltan sobre el tono gris y ahumado de paredes en mortero texturizado y madera natural envejecida. Una gran sala polivalente por sus largos bancos tapizados en polipiel, bajo estanterías de acero, espejos y madera. Un suelo de gran formato de terrazo aumenta la sensación de estar en un gran espacio bajo el gran pórtico de madera. Cortinas y apliques en pared condimentan la experiencia.

Finalmente en los más fondo del local se localiza un baño unisex que quiere transmitir tranquilidad por su iluminación y uso de pocos materiales de las mismas maderas, microcemento, y alicatados crema geométricos .

La presencia continua de elementos completamente artesanales cerámicos diseñados en exclusividad para este proyecto, acompañarán a los clientes en todo su recorrido y experiencia.

Fecha
30/12/2023

Arquitectos
Baruc, Pablo

Colaboradores
Curto, Rocío
López, Carlota
Ferreira, María José

Promotora
Grupo La Fábrica + Floren Domezain

Proveedores
Mobiliario: Servitel, Casual, Vical, Pedrali, Novoarte
Iluminación: Marset, Aromas del Campo, Dajor, Faro BCN
Acabados: Wow, Cerámica Vives, Mortex, Osaka

Localización
Madrid

Tipología
Interiorismo

Enlaces relacionados:
Pablo Baruc

Documentos:
048_El Huerto-Floren Domezain-Planta.pdf