Casa Solarium

Condicionantes
Partimos de un exiguo solar con forma trapezoidal donde dos de sus lados son medianeros, los otros dos se abren a sur y a oeste respectivamente; en un contexto urbano de viviendas de baja densidad muy heterogéneo pese, o debido, a ser una zona relativamente nueva en el pueblo.
El programa sugerido es bastante completo: salón-comedor-cocina, cuatro dormitorios, uno de ellos polivalente y el principal con vestidor, dos baños, cuarto lavandería, un garaje de una plaza y, si fuera posible, una terraza con piscina y una pequeña estancia multiusos.
Las normativas del municipio nos permiten solo una ocupación del 80% de la parcela y una altura máxima, en los lados alineados con fachada, de 7,50 metros.

Génesis
La geometría no es arbitraria, aparte de responder a los condicionantes previos exigidos en la normativa urbanística; la tipología clásica en la zona, con un único patio-trasero-interior, no otorgaba ni el dinamismo buscado, ni la versatilidad necesaria para el programa de necesidades de la vivienda. Se subvierte, por tanto, perforando el solar mediante grietas-patio para conseguir introducir el máximo de luz y aire. Esto se traduce en una configuración que intenta estirar los espacios apropiándonos visualmente de los patios, ayudado por los paños de vidrio; los fijos sin carpintería vista.
Estos espacios conectados, con distintas alturas, se concatenan, permitiendo vistas cruzadas, pero sin perder su jerarquía; su sutil privacidad. A su vez se intenta que la relación interior-exterior sea lo más fluida posible, principalmente donde la vida social de la vivienda se desarrolla. Con la llegada del buen tiempo las correderas se abren siendo un solo espacio ininterrumpido, ayudado por la continuidad en paramentos y suelos; los límites se diluyen y la vida se expande.
Exteriormente las fisuras-retranqueos permiten controlar la luz suroeste, a la vez que dotan al edificio de una escala intencionadamente doméstica. Los huecos colocados estratégicamente para conseguir el máximo de radiación solar en invierno y convenientemente protegidos en verano, tienen el tamaño proporcional al grado de actividad con el que están relacionados; más reducidos cuanto más íntima es esta. El patio interior, con una “pared” vegetal, proporcionará frescor en verano. Se utiliza el blanco principalmente, en contraposición a su ineluctable y colorista entorno, vindicando lo que no mucho tiempo ha fue un pueblo de paredes encaladas, típico, a la vez que lógico, en el sur de Extremadura.

Solárium
Por último, aprovechar la cubierta para proporcionar a la casa un espacio lúdico de relación-ocio donde poder disfrutar, ocasionalmente, también de familiares y amigos. Se exprimen los límites de la normativa para aprovechar el máximo de superficie en los distintos ámbitos: la piscina, el espacio cubierto multiusos que podrá ser desde zona de juegos, minibar, etc.; y la terraza-solárium con vistas a los campos de cultivos y las sierras cercanas, parcialmente ajardinada, enfocada al disfrute de los días y noches de verano; a la vida hedonista, en definitiva.