Oficinas intu: The value of feeling well

THE VALUE OF FEELING WELL

Mónica Chao y Esther Díaz

Noviembre 2019

Las nuevas oficinas de intu surgen de la necesidad física y emocional de trabajar en un entorno más amable acorde a las necesidades del equipo humano de intu. En enero de 2018, se inicia el proyecto de una nueva sede para intu.

Se parte de un estudio crítico previo de las anteriores oficinas en la calle Fortuny: Se llevó a cabo un análisis de la forma de trabajo para comprender las necesidades espaciales y funcionales, observando los hábitos de los trabajadores, los tiempos ocupados en mesas de trabajo, en la propia oficina, tiempos al teléfono, y formas de estar o sentarse en cada momento, entre otros datos. A partir de ahí, con la implicación de los departamentos de Recursos Humanos, Sostenibilidad, Experience, Project Management y Design, se elabora una estrategia global enfocada a mejorar bienestar del equipo y alineada con la cultura corporativa de la compañía. El lema de intu: “we make joy” se articula a través de tres valores principales: “creative, genuine” & bold”. El desafiante reto que teníamos por delante era obtener una oficina que transmitera estos valores.

When happines is contagious

Con el proyecto de trasladarnos a una nueva oficina se nos brinda la posibilidad de un cambio radical en el entorno de trabajo. El reto consistía en que no se tratase solo de una mejora en las condiciones físicas y tangibles, sino también en el estado de ánimo, lo que desde intu llamamos “feeling well”, lo que entendemos revierte en la felicidad y mejora del talento y productividad de las personas.

La primera decisión fundamental es elegir el lugar: se apuesta por un antiguo palacete de la Castellana, construido por Joaquín Saldaña en 1904 siguiendo el estilo Belle Époque. Se trata de uno de los últimos vestigios de la arquitectura palaciega en la principal arteria de la ciudad, que llega a tener unos cincuenta palacetes, de los que ahora solo quedan doce. Protegido patrimonialmente por su valor histórico y arquitectónico, es sin duda una edificación singular. Con un espacio exterior ajardinado, una escala muy humana, y una altura de 3 plantas más un ático retranqueado, el edificio se aleja de la imagen moderna de grandes alturas y superficies acristaladas, ya predominantes en la Castellana. Esto lo convierte, en un reducto de tranquilidad, consiguiendo aislarlo sutilmente del bullicio ensordecedor de las calles adyacentes.
El interior del edificio que llega a las manos de intu era un espacio en bruto, sin tratar: superficies blancas en suelos, paredes y techos, con un espacio diáfano en el interior, en el que la propia arquitectura organiza una zona frontal muy luminosa con la parte más antigua y protegida, donde el único elemento que estructura el lugar es una escalera de madera. Al fondo, un área de comunicación vertical y un muro cortina, ofrecen un espacio de más de privacidad.

Desde el inicio se apuesta por los valores del well being como garantía para obtener las mejores condiciones de bienestar. La transformación del diseño debe ser radical, pero siempre respetando el grado de protección patrimonial: la introducción de materiales cálidos y confortables como la madera, tejidos como alfombras sobre la piedra natural propia del edificio, la introducción de color para romper con la hegemonía del blanco, tanto en paredes como en suelo o en mobiliario, y como elementos esenciales plantas naturales, tanto en zonas de trabajo como de esparcimiento.

El propio amueblamiento del espacio operativo sigue estas pautas, eligiendo unas mesas de formas orgánicas, con agrupaciones de tres personas que dinamizan el modo de trabajo. Éstas se enmarcan además bajo unas alfombras verdes y grises, que hacen aún más confortable el espacio de trabajo.
La iluminación también tiene un papel fundamental: introduciendo elementos decorativos tanto en el vestíbulo de entrada que da la bienvenida cada día, como en espacios de recepción, lugares de relax, o en los propios puestos de trabajo, atenuando así la frialdad de una iluminación más técnica y propia de un espacio de oficinas.

Todo esto se complementa con rincones más domésticos para sentarse de forma más relajada, permitiendo una higiene postural, y pensados para reuniones informales, hablar por teléfono, o simplemente, cambiar el sitio de trabajo para una mayor concentración. En cada una de las plantas se organizan estos rincones, cuidando especialmente materiales, mobiliario y colores para contribuir al bienestar, y se refuerza con mensajes para fomentar conductas well: usar las escaleras; comer fruta, beber agua, o relajarse leyendo una revista ajena al trabajo.

El sótano, pese a no tener iluminación natural, se convierte en el espacio más dinámico y flexible de la oficina a través de tabiques móviles, revestimientos de madera de roble, gradas también de madera, y una alfombra multicolor que se extiende por toda la huella del edificio. El objetivo es ofrecer un área polivalente, capaz de alojar un gran workshop, celebrar conferencias, organizar desayunos de trabajo, o practicar una clase de yoga, donde las referencias a un espacio de oficinas se desvanece, estando más cercano al concepto del hospitality.
La planta segunda es más institucional. Se destina en su totalidad a zonas de reunión, tanto formales en salas, (también versátiles en tamaño por la introducción de tabiques móviles), como informales, mediante un espacio central con sofás modulares y butacas que permiten distintas agrupaciones. También aquí el uso de alfombras de colores y texturas aportan calidez, haciendo el espacio más doméstico.

El rooftop, se reserva como área de esparcimiento del equipo de trabajo de intu. Presidido por un cubo de cristal, que hace las funciones de comedor, donde de nuevo el mobiliario de color y materiales confortables, se instalan para contribuir al bienestar.

Concluyendo, la conjunción de la arquitectura pre-existente del Palacete, junto con un interiorismo basado en crear un entorno confortable que contribuye al bienestar de los trabajadores, alejado de la estricta funcionalidad de las oficinas al uso, han resultado un espacio muy doméstico y acogedor.

DATOS

Superficie construida: 1.071 m2
Superficie parcela: 600 m2
Superficie por planta: 238 m2
Presupuesto: 450.000 m2

Créditos:

Project Management & Design intu:

Raúl Pojer, María Arboledas, Esther Díaz

Well:

Monica Chao

Redacción de proyecto, Dirección de obra y construcción:

CBRE.

Fotografías:

Fernando Alda

Proveedores:

Mobiliario

- Viccarbe
- Andreu world
- Sancal
- Inclass
- Actiu
- Punt Mobles
- Isimar
- Expormim
- iconcept
- kvadrat
- Softline
- fat boy
- ikea
- Mr Wils
- Aromas del campo
- Hamble

Jardinería

- viveros Shanghai
- los peñotes

Iluminación

- floss
- Artemide
- Moooi
- Norman Copenhagen
- Ferm Living
- Lledo

Encimeras: Dekton/ silestone (cosentino)
Moquetas y alfombras: Tarkett/ desso/ mixonomi/ asteranne

Fecha
27/11/2019

Arquitectos
Arboleda, María
Chao, Mónica
Díaz Caro, Esther
Pojer, Raúl

Promotora
Intu

Constructora
CBRE

Localización
Madrid

Tipología
Oficinas